Primer concierto de 2010 en un recinto poco usual para el rock y aún menos para esta banda etiquetada (con un maldito sambenito) de mejor banda de bar de América. Pues sin bar y sin barra, pero en una actuación completamente gratuita, pudimos asistir a la demostración de esta banda en directo.
Antes de entrar en detalles deciros que acudía con muchas ganas al concierto ya que en la previa había leído en varias publicaciones y blogs que The Bottle Rockets son la mejor banda de América. Mi veredicto: es que tras haber visto recientemente a Wilco y The E-Street Band (y dejando fuera a The Black Crowes que juegan en otra galaxia) esta gente a día de hoy destroza a ambas bandas en directo. Que cada uno lo tome como quiera.
Dicho esto pasemos al turrón. Tal como he indicado antes, el concierto se desarrolló en un salón de actos donde alrededor de 300 persona de perfiles completamente heterogéneos (lo peculiar del sitio y la gratuidad del concierto daban pie a ello) asistimos en un auditorio con el público sentado a un repertorio reducido respecto a lo que la banda está haciendo en el resto de sus apariciones ya que el concierto dio comienzo a las 21:00 y sólo tocaron poco más de una hora.
El set list desgranado fue el siguiente: (otra reliquia para la colección)
Introducidos por temas del último álbum de Wilco la banda aparece en escena sin alardes, poses ni gestos. Con un equipo muy sencillo, con pedales baratos que todos podemos comprar en cualquier tienda sin cambios de guitarras ni instrumentos adicionales.
El vocalista Brian Henneman se muestra como un sobrio frontman con una voz muy efectiva (se nota que se ha hartado a cantar country) y un estilo tocando la guitarra que por momentos recuerda a John Fogerty y por momentos a Neil Young.
El guitarrista John Horton pone el contrapunto cañero y a la vez elegante de la banda, por momentos algunos de sus riffs recuerda a otro que se apellida Young (pero esta vez de nombre Malcolm.
Keith Voegele, el elemento junior de la banda, aporta las segundas voces de manera muy eficaz y junto a Mark Ortmann componen una muy buena sección rítmica.
Mark Ortmann es el batería más sobrio pero a la vez más eficaz que he visto jamás. Parece que está en plan, yo vengo a pasar aquí el rato, pero por momentos es de lo más espectacular que he visto nunca.
Como veréis los temas están escogidos de toda su discografía y están especialmente preparados e interpretados con tal intensidad que te atrapan desde el minuto uno. Cuando la banda acaba tienes la sensación de que una apisonadora ha pasado por encima. Se nota que su propuesta es sincera y auténtica y que son conscientes que este momento puede ser el decisivo de dar un pasito en su carrera y colocarse en el lugar que la historia les ha negado o seguir manteniendo el dudoso honor de ser una de las mejores banda de culto del mundo. Momentos álgidos del concierto son las rabiosas interpretaciones de "Shame on me" o "The long way", su clásico "Nancy Sinatra" pero de verdad, la intensidad de la banda fue tal que no quiero reducir el concierto a momentos sino a su conjunto.
Nada más me queda recomendaros que el que esté a tiempo aún de verlos en las fechas que aún quedan si puede se acerque porque va a pasar un buen rato con una buena banda de rock.
Al final del concierto los miembros estuvieron muy simpáticos charlando con los que nos acercamos, firmando discos y prestándose a fotografiarse con aquel que se lo pidiera.
Mis discos de rigor firmados:
Perdonad la calidad de las fotos pero es que la iluminación tenue con la que contó la banda y la calidad de mi cámara no daban para más.
Por cierto, me ha dicho un pajarito que vamos a tener a Howlin' Rain, Last Vegas y Michael Allman Band girando en breve